Los problemas cotidianos nos embargan. En una Argentina en crisis, la sensación generalizada es que todo es más complicado y se camina cuesta arriba a la espera de que, en algún momento, la normalidad retorne a la vida cotidiana, tanto en lo político, como en lo económico, hasta en lo personal, donde repercuten los grandes problemas del país. “Nuestro estado mental determina la forma en la que percibimos el mundo y por lo tanto la forma en la que enfrentas tu día”, plantea Luciana Estofan, licenciada en Administración de Empresas y Coaching Ontológico Sistémico.
Aprender a gestionar las emociones es el paso previo a tener la llave que abre y cierra la posibilidad de ser más o menos feliz, indica la consultora. “Si una persona no sabe identificar las emociones, si no conoce los mecanismos para controlarlas o cambiarlas será una persona más susceptible a padecer estados negativos”, puntualiza.
Estofan está segura de que la felicidad es una forma de vivir. “Consiste en aprender a ver la vida con un filtro que nos aporte bienestar y equilibrio. Existe un elemento fundamental en este proceso aprender a manejar las emociones ya que estas son las que influyen directamente en nuestro organismo. Focalizáremos en nuestras fortalezas quien no se conoce, no se comprende ni acepta y por lo tanto no puede mejorar”, detalla.
Sueña en grande, actúa en pequeño, parece ser el mantra que desde el coaching ontológico (un conjunto de herramientas que, por medio de conversaciones con nosotros mismos y con otros pueden servir para alcanzar resultados que aún no se logran) se sugiere. “Las personas con sueños y metas tienen menos probabilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares, etc. Respetar las ideas de otros y tener un pensamiento objetivo”, subraya Estofan.
Entender las emociones del otro y controlar nuestras emociones. Cambiar el lenguaje y empezar a usar palabras que te llenen de alegría, entusiasmo. Desechar los pensamos tóxicos que anulan posibilidades. “Está comprobado con estudios científicos que las personas que practican el optimismo o sea cambian la forma como piensan y se hablan pueden mejorar su bienestar físico y emocional, ya que su cuerpo transmite lo que piensa”, considera.
Hablar de inteligencia emocional es hablar de la capacidad del individuo para identificar su propio estado emocional y gestionarlo de forma adecuada. Según la experta, esta habilidad repercute muy positivamente sobre las personas que la poseen ya que les permite entender y controlar sus impulsos, facilitando las relaciones comunicativas con los demás.
¿Cuáles pueden ser las claves para alcanzar las metas propuestas? Estofan enumera las siguientes:
-Que la persona se haga responsable de sus acciones, enfocándose en los objetivos e identificando lo que necesita para salir adelante.
-Observar dónde se encuentra cada persona ahora y considerar hacia dónde quiere llegar. Así se puede diseñar un plan que sea factible adaptado a sus puntos fuertes y a las áreas que más le interesan.
“Un coach puede contribuir a establecer un plan financiero y de flujo de dinero personalizado; descubrir su misión, pasión y propósito y hasta crear una estrategia individual para alcanzar la seguridad, la comodidad y la riqueza”, indica.
El objetivo es un total conocimiento de uno mismo. “Un hombre consecuente cree en el destino, uno caprichoso cree en la suerte”, parafrasea Estofan.